Radioaficionados: una pasión que se pone al servicio del otro en caso de tragedias

Cuando ocurren terremotos, inundaciones u otro tipo circunstancias similares, los sistemas de comunicaciones suelen colapsar. Es allí cuando el rol de estos aficionados se vuelve vital para saber del otro.

Este jueves se conmemora en todo el mundo el Día Mundial del Radioaficionado, y es por la primera llamada de emergencia que se realizó por este medio, hace ya 100 años, dejando entrever cuál sería el rol de este sistema de comunicación en caso de catástrofes. Si bien la cantidad de personas que practican esta actividad va disminuyendo, la tarea que realizan cobra vital importancia cuando la necesidad de saber del otro se vuelve elemental. En Mendoza hay 765 aficionados.

De hecho, durante el sismo que sufrió Chile en 2010, donde las comunicaciones colapsaron, fueron los radioaficionados los primeros en ponerse a disposición para prestar su servicio.

“Recuerdo que ese día éramos unas 100 personas en Mendoza, todos en contacto, tratando de tener información también de la gente en Chile”, relató Julio Álvarez (LU5MT), un aficionado de nuestra provincia.

Asimismo, Álvarez recordó que tuvo la posibilidad de colaborar cuando fue el terremoto de México, en 1985. “Entonces hacía poco que tenía licencia, ya que me la habían otorgado en 1983. Estaba a finales del secundario y fueron 48 horas sentado a la radio”, precisó.

Al respecto, el secretario de la Comisión Directiva de Cuyo Radio Club, Pedro Bilbao (LU2MPB), destacó que “es una obligación para nosotros participar en ese tipo de circunstancias, poner a disposición la estación que tenemos a nuestro cargo”.

Lo que permite que los radioaficionados puedan seguir comunicándose, a pesar que todos los otros servicios se caigan, es lo elemental del sistema que utilizan.

Es que, como bien precisó Bilbao, “sólo se necesita una antena (que es el elemento irradiante), el equipo de transmisión y una fuente de alimentación, que puede ser una batería de auto”. Con esos artículos, más los conocimientos técnicos, la comunicación se puede lograr.

Sin ir más lejos, el Radio Club La Plata, en colaboración con aficionados de esa ciudad y de diferentes puntos del país, realizó una fuerte campaña para organizar las donaciones destinadas a las personas afectadas por las inundaciones que afectaron a la capital de la provincia de Buenos Aires, a principio de abril de este año.

Inclusive, quienes se dedican a esta actividad realizan prácticas en lugares abiertos. El pasado 22 de marzo algunos integrantes de Cuyo Radio Club refectuaron una en Potrerillos, departamento de Las Heras

Si bien el Día Mundial del Radioaficionado se conmemora en la jornada en que tuvo lugar el primer caso registrado de radioaficionados que ayudaron para proporcionar comunicaciones en caso de un desastre natural, en la misma fecha, pero en 1925, fue fundada la Unión Internacional de Radioaficionados.

Inclusive, en nuestro país hay una fecha especial para quienes practican esta actividad: “El 21 de octubre es el Día del Radioaficionado Argentino, debido a que ese día se inauguró el primer Radio Club de nuestro país”, destacó Álvarez.

Qué es 

Cada uno de los radioaficionados debe contar con una licencia para poder realzar su tarea, que es otorgada por la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC).

Del texto del Reglamento General del Servicio de Radioaficionados (Res. SC Nº 50/98), de esa institución, surgen las definiciones que pueden ayudar a entender la actividad.

Por servicio de radioaficionados se entiende la prestación de radiocomunicación que tiene por objeto “la instrucción individual, la intercomunicación y los estudios técnicos efectuados por aficionados”.

Asimismo, se considera aficionada a toda persona “debidamente autorizada que se interesa en la radiotecnia con carácter exclusivamente individual, sin fines de lucro y que realiza con su estación actividades de instrucción, de intercomunicación y estudios técnicos”.

Actualmente, hay casi 20 mil radioaficionados con licencia, que se vencen enm diciembre de este año, y deberán ser renovadas por quienes estén interesados en hacerlo. Las mismas duran cinco años. En nuestra provincia “hay unos 795 aficionados”, detalló Bilbao.

Más allá de las definiciones técnicas, no se debe olvidar que los aficionados se ven impulsados por una fuerte pasión. “Cuando tengo que explicar quién soy, digo: soy radioaficionado, alvearense y mendocino”, compartió Álvarez.

Muchas de las personas que se dedican a esta actividad forman parte de Radio Clubes, asociaciones civiles sin fines de lucro, reconocidas por la CNC y que también cuentan con licencia de aficionado.

Conseguir esa autorización, tanto para estas agrupaciones como para los particulares, no es una tarea sencilla, ya que previamente deben realizar el curso correspondiente en los Radio Clubes habilitados y reconocidos del país, cuyo listado está disponible en el sitio de la CNC (www.cnc.gov.ar).

Según consta en ese registro, que incluye a 163 entidades de toda Argentina, en nuestra provincia funcionan 9 clubes: dos en Rivadavia y las restantes en San Martín, Tupungato, San Rafael, Luján de Cuyo, General Alvear, Malargüe y la Ciudad de Mendoza.

Otro dato para tener en cuenta es que existen cinco categorías de radioaficionados (inicial, novicio, intermedia, general y superior), y toma dos años pasar de una a otra, a excepción de la última que exige tres.

Como bien informaron ellos, Álvarez y Bilbao pertenecen a la categoría general. “Para ir avanzando es necesario tener cada vez mayor cantidad de contactos en el mundo, como también participar y dar cursos”, destacó el primero.

Existe una sexta categoría, denominada especial, que abarca a aquellos radioaficionados superiores que acrediten haber cumplido 50 años consecutivos en la actividad.

Es importante tener en cuenta que la radioafición es un servicio de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, cuyo objetivo es lograr “la autoinstrucción, la intercomunicación y las investigaciones técnicas efectuados por aficionados”, según se dejó en claro en la Conferencia Mundial de Radiocomunicación 2003.

Nota Original: http://www.elsol.com.ar/nota/169812

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